viernes, 21 de agosto de 2015

La boda de Marta y Pablo en Los Claustros de Ayllón



Hoy queremos compartir con vosotros una boda que tuvo lugar el 30 de Mayo. Los novios desde un principio nos encantaron por su frescura y alegría, Pablo un elegante cordobés y Marta una sencilla chica de un pueblo a 50 km de Ayllón. Tuvieron una boda que sin duda fue muy especial y singular por su arraigo al folklore segoviano, cargada de detalles y momentos únicos.


Marta nos recuerda entre risas comó se conocieron:

"Pablo y yo nos conocimos hace 4 años y medio al realizar los dos el mismo Máster en el CEDEX. La verdad es que siempre nos reímos de ello porque el día que nos conocimos, el pensó que yo estaba saliendo con otro compañero y a mí él no me causó muy buena impresión…..¡Cosas de la vida!"

Pasado un tiempo se trasladaron a Santiago de Chile por una oferta de trabajo de Pablo, Marta no se lo pensó, cogió las maletas y se marchó con él, tomando así una de las mejores decisiones de su vida.
Cuando decidieron casarse, fueron conscientes desde un principio a cerca de lo difícil que sería organizar su boda viviendo fuera de España. Fue con la ayuda incondicional de sus familiares y amigos como lograron que el día de la boda todo fuera perfecto.




Marta llevaba un vestido de Fara Sposa realizado en tul de seda y encaje con pedrería transparente, un velo también de tul de seda con ribete de raso de Eva Novias y unos zapatos Adama hechos a mano en Bruno Paoli.
El conjunto de pendientes y colgante de estilo isabelino es de oro blanco con brillantes y amatistas y lo realizó Luis Llorente, primo de la novia, al igual que el anillo de compromiso y las alianzas matrimoniales, todos de oro blanco y brillantes.
El peinado semirecogido en cascada al lado fue obra de Mónica, la esposa de Luis, y las horquillas de plata antigua con cristales Swarovski son de Maica7.
El ramo de la novia de margaritas blancas y orquideas lo realizó Manuela de Arribas Decoración, que se encargó igualmente de la decoración floral del sitio donde se realizó la ceremonia, el cóctel y el banquete.











El traje de Pablo está hecho por Soberano de Santiago de Chile, en donde diseñaron el chaleco exclusivamente para él. Los zapatos son de Cardinale, la corbata y el pañuelo de la Sastrería Cubillos y la camisa de Purificación García.





En cuanto a la ceremonia fue algo muy especial, cargada de anécdotas, recuerdos y buenos momentos. La ofició la hermana mayor de la novia con todo su cariño y las lecturas las realizaron Mireya, su sobrina mayor, y Manolo, íntimo amigo de Pablo. Al finalizar la ceremonia las hermanas de la novia y sus amigas cantaron acompañando con guitarras y dulzaina una jota tradicional segoviana titulada “El honor”.







Como os decía al principio fue una boda cargada de detalles y momentos únicos, como el que se vivió con  la actuación del grupo de Danzas de San Pedro de Gaillos (www.danzasdesanpedro.com), de donde es la familia de Marta. Consistió en varios paleteos y danzas, destacando una en la que sacaron a bailar a la novia puesto que ella forma parte del grupo y la pieza final, llamada “El Arco” en la que al terminar, los novios y padrinos se sitúan debajo del arco que forman los danzantes.








Después de tanto baile había que descansar un poco y recuperar fuerzas para continuar la fiesta. Todo ello se pudo hacer en el cóctel que preparó Vatelia Catering y que fue servido junto al estanque de la finca, y en el restaurante del hotel en el que se sirvió la cena al anochecer.
Fernando, de Virtual Media, se encargó de dar sonido y música a la ceremonia y al momento del cóctel.










A la hora de sentarse a cenar fue cuando llegó una de las sorpresas más agradables. La madre, las hermanas y las tías de Marta prepararon con todo su cariño los detalles para cada uno de los invitados. La madre de la novia hizo a mano unos preciosos costureros de viaje para las mujeres, el detalle para los hombres era un estupendo abridor multiusos y para los más pequeños repartieron yoyos.
Junto a los detalles se encontraba la minuta del menú diseñada desde Chile por Juanita Lema, diseñadora y gran amiga de la novia.









Además, la madre de Marta realizó los muñecos de la tarta en gomaeva a imagen de los novios (su versión en miniatura), y su hermana mediana se encargó de hacer a mano, en pasta fimo, los alfileres de la novia ¡quedaron preciosos!





Para acabar una noche memorable, qué mejor manera de hacerlo que bailando y disfrutando en la barra libre al son de la música que pinchaba Juanma, también de Virtual Media.




La encargada de realizar las fotografías de todos esos momentos especiales, sonrisas y abrazos que no queremos que se borren de la memoria con el paso del tiempo, fue Ana Tomás López Fotografía.

Gracias Marta y Pablo por confiar en Los Claustros para la celebración de vuestra boda, y por permitirnos disfrutar de vuestro gran día.




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