martes, 6 de mayo de 2014

La boda de Rocío y Richard en Los CLaustros de Ayllón

Hablar de la boda de la boda de Rocío y Richard es hablar de la preparación de una boda a miles de kilómetros de distancia. Ellos desde Urugay consiguieron organizar una de las bodas más divertidas del 2014.
Rocío (la novia más sonriente del mundo) nos cuenta detalladamente como fue los preparativos de su boda y del día que le dio un SI QUIERO al hombre de su vida.
Ella es la creadora de la marca Barneto Shop, una web donde encontraréis bolsos de cuero maravillosos.


 "La verdad es que no sé muy bien cómo expresar en un texto cortito tanta ilusión, sensaciones y emociones del gran día y todos los preparativos previos... Cuando decidimos casarnos estábamos a menos de dos meses de venirnos a vivir a Uruguay, así que parte de las cosas tuvimos que hacerlas a contrarreloj, entre ellas ¡¡¡¡¡MI VESTIDO!!!!!"



"Desde hacía años tenía una foto guardada de un vestido que me enamoró, y pensé que el día que me casara se lo llevaría a alguna modista para que me lo hiciese, pero finalmente me decanté por Pronovias. Quería algo muy muy sencillo y que encajase bien con el entorno y el carácter de la boda, que fue civil. Empecé a ver vestidos y ninguno de ellos me convencía. En una esquinita y muerta de risa, había una percha con algo colgado que no se distinguía muy bien lo que era, así que me acerqué a averiguar... y voilá! Allí estaba. Un vestido precioso de seda natural de unas cuantas temporadas anteriores. ¡Supe que era ese desde el momento en el que lo tuve en mis manos! Me lo probé y ya no quería quitármelo nunca más. Una de las cosas que tenía bastante claras desde el principio fue que los zapatos no serían blancos, ni crema, ni champán. Tenían que ser de algún color. Ya que mi vestido iba a usarlo una sola vez... que al menos los zapatos me sirvieran para siempre. Verde oliva era el color elegido. Otra cosa no, pero decidida soy un rato ;) El taller de pronovias me fabricó el fajín y las caidas traseras, y los zapatos (con cuña, perfectos para la boda en el cesped) los mandé a forrar a un taller de Lanzarote."






 "Todo esto, junto con la finca y el menú, lo dejamos cerrado antes de cambiar de continente. Ya estando en Uruguay, diseñamos las invitaciones, los planos, encontramos fotógrafos, y pensamos y requetepensamos en todos los detalles para que la noche fuese perfecta. 
 Cuando volvimos a España ya para casarnos, empezó la auténtica locura. Faltaba un mes y teníamos que cuadrar todas esas pequeñas cosas que desde la distancia no puedes. Hicimos lo imposible que para que fuese un día inolvidable tanto para nosotros como para todos nuestros invitados e intentamos pensar en cada detalle que ellos pudiesen agradecer. 
 Repartimos abanicos para combatir el calor de una tarde julio, personalizamos pomperos para sustituir al arroz y que la finca no se viese afectada a nuestro paso, hicimos una lista con el número de pie de cada invitada para ofrecerle unas chanclas y que pudiesen bailar hasta el final de la fiesta, repartimos mantas de colores para cuando anocheciese, que no pasaran frío, repartimos llaveritos de recuerdo fabricados por nosotros mismos... Mimamos cada detalle y a nuestros invitados, y lo hicimos con toda la ilusión del mundo. En la ceremonia hicimos partícipes a familiares y amigos, que leyeron y cantaron para nosotros... que no parábamos de llorar."







"La cena la hicimos tipo cocktail, para que cada invitado se sintiese libre de compartirla con quien más le apeteciese, y para que también nosotros pudiésemos disfrutar más de cada uno de ellos. En cuanto a la fiesta, ¡Fue de lo más original y divertida! A parte de tener todo tipo de gorros, caretas y antifaces para el photocall, mi marido me dio la gran sorpresa de traer a disfrutar con nosotros a unos grandes amigos brasileños, que nos animaron el baile y prepararon coreografías divertidísimas para todos nosotros. Por último, tengo destacar la participación de Sonia, alcaldesa de Ayllón, que no solo consiguió emocionarnos a nosotros, sino a todos los invitados (me ha confesado más de uno que fueron las palabras más bonitas que habían escuchado en mucho tiempo) y que realmente puso todo su corazón en nuestra boda, y por supuesto destacar el trabajo de todo el personal de Los Claustros, que desde el primer momento, un año antes, se volcó con nosotros haciendo que todo fuese mucho más fácil. Son unos profesionales como la copa de un pino y nos transmitieron una ilusión por nuestra boda que hizo que fuese aún más especial, si cabe. Encargados, camareros, personal de la finca, personal del hotel, mantenimiento... TODOS nos brindaron un servicio perfecto y lo más importante de todo, siempre con una sonrisa. Desde aquí un GRACIAS enorme a todos los que participaron y estuvieron con nosotros en el día más importante y bonito de nuestras vidas. 
 Rocío y Richard"










1 comentario:

  1. Qué reportaje más bonito y entrañable!!!
    El sitio maravilloso!

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