No se muy bien el motivo, pero parece que la alta sociedad se ha decantado claramente por las bodas de mediodía. O puede que sí lo sepa...
En las bodas de mediodía se requiere vestido corto y no preceden pedrerías exageradas, grandes escotes ni vestidos espectaculares... La sobriedad y sobretodo los tocados se han hecho dueños y señores de las ceremonias de día.
Y ¿qué pasa con las bodas de tarde? Pues al parecer habían empezado a convertirse en pequeñas alfombras rojas, en las que las invitadas tendían a confundir una boda con la entrega de los Oscar..
En las bodas de tarde se admiten vestidos cortos y largos, pero lo que no admiten son vestidos de noche. Y es aquí donde radica la confusión de la mayoría de las invitadas. Hoy por hoy sigue habiendo una mayoría de ceremonias religiosas y en este tipo de celebraciones, dado su entorno, no procede que se luzcan escotes de vértigo, espaldas infinitas, pedrerías brillantísimas...es importante recordar que vamos a una iglesia!
Si tu opción es ir de largo, opta por tejidos sencillos y cortes simples. Apuesta por estampados que le den vida y dale un toque chic al conjunto con los complementos. Pero no te disfraces.
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