jueves, 28 de mayo de 2015

Paniculata, dulce paniculata

Dicen los que saben que, en la sencillez está el gusto y que las cosas pequeñas son las que importan, así como que los mejores perfumes van en frasco chiquito...


Con estas premisas universales, es fácil adivinar que la pequeña flor que hace unos años estaba destinada a rellenar los ramos de rosas, hoy se ha convertido en protagonista indiscutible de bodas de lo más chic...






La paniculata admite funciones tan diversas como la de decorar las sillas, configurar los centros de mesa, pasar inadvertida decorando diferentes rincones o incluso ir en manos de la novia en su camino hacia el Sí quiero.







Con volúmenes controlados y el punto justo de blancura, la paniculata es una flor comodín. Para un acierto seguro, decora también con ella la ceremonia, lo ideal es combinarla con algo de verde brillante...






¡Quién le iba a decir a esta minúscula flor que pasaría de secundaría a actriz principal, y con tanto estilo!

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