Hoy os traigo una boda muy especial, la de Esther y Eduardo. Ellos se conocieron hace más de 4 años y medio en una fiesta, gracias a una amiga en común. Después de una primera cita y pasadas un par de semanas, él quiso sorprenderla y recorrió más de 300 km sólo para verla y conocer a sus amigos, ésta sin duda fue la primera prueba de amor. Después de un tiempo de noviazgo, y en el trascurso de una cena de lo más romántica, él le pidió matrimonio.
El atelier encargado de la confección del vestido de Esther fue From Lista Whith Love. En el atelier supieron captar al instante lo que Esther quería y le diseñaron su vestido, totalmente personalizo, sofisticado y único. Esther siempre tuvo claro que llevaría manga farol, que el cuello sería cerrado y el escote en la espalda, pero su idea inicial cambió cuando desde el atelier apostaron por unas mangas de encaje teñido en plata a juego con el detalle del cierre de la espalda y velo degradado, también teñido en plata.
Un amigo joyero de su hermana fu el encargado de realizar unos preciosos pendientes de brillantes, lucia también el anillo de compromiso y el de pedida. Fue Suma Cruz quién llevo a cabo la confección del tocado artesanal de flores y semillas de cera, complemento perfecto para sus zapatos, hechos por Franjul; fue Bukka quien se encargo del precioso ramo de astibille rosa. Del maquillaje y peinado se encargo Rocío Jiménez, de Alegría Makeup.
Eduardo, por su parte también muy elegante, llevaba unos gemelos de Gemelolandia, la corbata de Hackett y la camisa de The Sharif Shirt Co.
La ceremonia religiosa tuvo lugar en la iglesia de la Natividad en Santa María de Riaza y de la decoración, tanto de la Iglesia como de la Finca, se encargó Manuela Martínez, de Arribas Decoración (toda una artista).
De las fotos, se encargaron Ais Fotógrafos, quienes supieron captar toda la felicidad y sentimientos de su gran día.
Desde Los Claustros dar las gracias a estos novios tan maravillosos por compartir con nosotros su gran día.
Me encanta! Es un reportaje precioso
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